El índice Departamental de Competitividad, que viene siendo publicado con frecuencia anual hace ya casi una década, es mucho más que un ranking que califica las fortalezas, avances y debilidades en la vida administrativa de las regiones y se ha venido consolidando como un insumo fundamental para la toma de decisiones de los gobiernos territoriales.
El interesante documento, preparado por el Consejo Privado de Competitividad y la Universidad del Rosario, ofrece esta vez un completo perfil del desarrollo regional en ese frente, construido sobre la base de 106 indicadores que nos permiten apreciar formidables logros de los departamentos, aun en medio de las recientes crisis que dejan marcadas secuelas en la vida de sus comunidades.
Aunque persisten brechas sociales cuya reducción demandará un trabajo sostenido en el tiempo, incluso los departamentos con menos recursos muestran hoy una mayor vocación por asumir el reto de ganar mayor competitividad, un atributo cada día más sustancial en los campos del desarrollo y el crecimiento económico.
A lo largo de sus 221 páginas hay varias revelaciones positivas. Meta es distinguido como el departamento que más ha trabajado en desarrollar esa vocación al avanzar cuatro posiciones en el ranking general del índice, en relación con el año pasado, seguido por Santander. Quindío muestra hoy la mejor política de reactivación, mientras que Vichada recibe la distinción con un premio cuya denominación es más que significativa: “Esfuerzo por el futuro”.
Si bien tradicionalmente ha sido considerado como una potencia en el ámbito regional, Valle del Cauca ha sabido sobreponerse a problemas complejos, como el que supuso el paro de 2021 que resintió su aparato productivo. La medición y su análisis lo muestran hoy como el departamento más destacado en materia de gestión de recursos, autonomía fiscal, índice de gobierno digital para la sociedad, calidad en los procesos de contratación y eficiencia de la justicia.
Guainía ha venido presentando cambios significativos en los indicadores de índice de gobierno digital para el Estado (de hecho, ganó 13 posiciones en el ranking), índice de gobierno digital para la sociedad (mejoró ocho lugares) y eficiencia de los métodos de resolución de conflictos, en el que subió 20 puestos.
Mientras que Atlántico se confirma en su sobresaliente desarrollo en materia de infraestructura de servicios y ocupa posiciones destacadas en cobertura de acueducto, costo de la energía eléctrica y cobertura de alcantarillado, Risaralda es uno de los departamentos con mejor desempeño respecto a ese pilar.
El liderazgo en el desarrollo de sus capacidades TIC está reservado a Caldas. Sin embargo, una de las principales revelaciones radica en el hecho de que el Archipiélago de San Andrés -cuya resiliencia fue puesta a prueba por el paso del huracán IOTA, ascendió 13 puestos en un indicador denominado “graduados en programas TIC”.
San Andrés y Providencia merecerían un capítulo aparte. Además de ocupar el tercer lugar en el pilar de salud, el archipiélago es el departamento que más avanza en esta área de la competitividad: tiene la tasa de mortalidad materna más baja del país y ocupa el primer lugar en este indicador junto con Guaviare.
Arauca se convierte en una suerte de campeón de la sostenibilidad en la sensible área de la disposición de residuos sólidos. Los expertos del Consejo Privado de Competitividad y de la Universidad del Rosario le asignaron un puntaje de 10 sobre 10. Pese al asedio de actores armados que tienen también la calidad de depredadores de recursos del medioambiente, Putumayo y Norte de Santander han tenido un desempeño bien ponderado a la hora de reducir las tasas de deforestación.
Quindío le ha puesto la cara a la crisis generada por la pandemia en área de la educación y registra el segundo lugar en calidad y mejora sensiblemente en sus indicadores de puntaje de las pruebas Saber 11 en colegios oficiales y docentes de colegios oficiales en posgrado, en los que ocupa el tercer lugar a nivel nacional.
Chocó ha atendido con acierto el desafío de la generación de empleo y se ha convertido en una de las sorpresas más gratas al escalar 17 posiciones en el indicador de tasa de desempleo.
En la categoría de buenas prácticas en sofisticación y diversificación Cundinamarca ha generado un modelo de avanzada con la creación de la Secretaría de Asuntos Internacionales a través de la cual promueve su competitividad, a partir de la innovación y la sostenibilidad empresarial.
Lo importante de esta suma de atributos es que las regiones son cada día más atractivas para la inversión extranjera, para la relocalización de empresas y para que el próximo gobierno y el nuevo Congreso le den un mayor impulso al proceso de descentralización acompañado con la disposición de mejores recursos para el desarrollo de las competencias territoriales.